El Panteón Nacional de Lisboa era conocido antaño como Iglesia de Santa Engracia. Esta gran construcción barroca comenzó a construirse a finales del XVII y se terminó del todo… en 1966. De ahí que los portugueses comparen cómicamente cualquier proyecto extendido en el tiempo con las obras de Santa Engracia.
Una vieja iglesia reconvertida en Panteón Nacional
En el lugar donde hoy se levanta el Panteón Nacional había, desde el siglo XVI, una iglesia de la que actualmente ya no queda prácticamente nada, pues poco después de ser arrasada por un temporal se colocaron sobre ella las primeras piedras del que sería Panteón Nacional.
Desde principios del siglo XX, este imponente edificio ejerce como panteón, siendo lugar de entierro para portugueses célebres como Amália Rodrigues, los presidentes de Portugal, o João de Deus. Además, alberga los cenotafios de otros lusos de prestigio como Vasco de Gama o Luis de Camôes.
El mirador del Panteón Nacional de Lisboa es excepcional
Lo más destacable de la arquitectura del panteón es su gran cúpula blanca, que sobresale majestuosa entre los tejados de Alfama y que puede contemplarse desde algunos de los miradores del barrio, como el Mirador de Santa Lucía.
En el interior puedes ver la otra cara de la cúpula, revestida de mármol policromo, y coronada por un cimborrio que inunda de luz todo el complejo.
También puedes subir hasta la parte superior del panteón (es más: debes subir), donde una amplísima terraza nos ofrece una de las mejores panorámicas de Alfama.
¡Un paseo de 360º que no deja indiferente a nadie!