Si ya habéis echado un vistazo a algunos de los artículos de esta guía os habréis dado cuenta de que si algo caracteriza a Lisboa es la convivencia entre lo moderno y lo tradicional, y es precisamente ese eclecticismo lo que la convierte en una de las ciudades europeas más atractivas.
El LX Factory es uno de los mejores ejemplos de esta tendencia: se trata de una especie de mercadillo emplazado sobre los restos de una antigua fábrica; aunque mantiene ese aire un poco hipster tan de moda últimamente, en nuestra opinión merece igualmente la pena visitarlo para conocer la cara menos turística de Lisboa; uno de esos lugares testigos de la metamorfosis que ha sufrido en los últimos años la capital lusa.
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Arte, diseño, literatura y gastronomía
Desde hace ya unos años, las nuevas generaciones de jóvenes artistas y diseñadores lisboetas comenzaron a ocupar una destartalada área industrial a orillas del Tajo para convertirla en un espacio creativo, en un motor cultural pero, sobre todo, en una vía de escape a la crisis económica que desde hace tiempo afecta al empleo juvenil en Portugal, pues el alquiler de estos locales se ofreció a precios más económicos para todos aquellos jóvenes.
Traspasar el arco de entrada al LX Factory es como viajar hasta una extraña comuna cuajada de edificios de ladrillo y graffiti reivindicativos; y es que cierta crítica social subyace en las paredes de este mercado donde, sin embargo, el fin es completamente recreativo: precios asequibles, tiendas y puestos realmente interesantes y numerosos restaurantes y bares para pasar una buena mañana conociendo lo último de lo último en Lisboa.
El paraíso de los lectores
El LX Factory alberga un buen número de locales interesantes, pero para nosotros es imprescindible visitar la librería Ler Devagar.
Ensayo, ficción, literatura infantil y otros muchos géneros en varios idiomas llenan las interminables estantes de esta magnifica librería que además cuenta con cafetería propia (donde se sirven unas tartas bastante buenas) y hasta una antigua imprenta en el piso superior. Para olvidarse del reloj.
Los mejores locales
Lo cierto es que cualquiera de las tiendas del LX Factory merece la pena y, como todo, depende de los gustos de cada uno.
Para los amantes de la decoración y de las «cosas bonitas» en general, Wish Concept Store es una visita obligada. Cojines, washi tapes, portavelas metálicos y otros muchos caprichos llenan esta tienda de atmósfera nórdica donde querrás llevártelo todo.
Al final de la calle principal del mercado, en la parte izquierda, hay unas cuantos locales dedicados a la decoración donde se pueden encontrar verdaderas joyas: antiguos botes y latas, viejas radios, sillones orejeros de cuero…
Dónde comer
Para comer os recomendamos la Cantina, justo a la entrada del mercado. Se trata de un antiguo comedor para los trabajadores de las fábricas que había en la zona, cuyos dueños han sabido rescatar esa conciencia comunitaria que hoy se plasma en forma de largas mesas compartidas, sillas metálicas y en definitiva, un local diáfano y muy original que además cuenta con un pequeño patio donde se puede comer en verano.
Y hablando de comida: la de la Cantina es de calidad y está buenísima. Suele haber buffet de ensaladas y unos cuantos platos principales para elegir, tanto de carne como de pescado hechos al momento en el horno de carbón (además de algunas opciones para vegetarianos). No os perdáis el pulpo.
En cuanto al postre… dicen algunos que la mejor tarta de chocolate de la ciudad se sirve en Landeau Chocolate, uno de los restaurantes más visitados del LX Factory. La verdad es que aún no no nos hemos comido todas las tartas de chocolate de Lisboa pero, desde luego, la del Landeau estaría en los primeros puestos de la lista.
La auténtica Lisboa
¿Por qué merece una visita el LX Factory? Porque es uno de esos lugares que representa a la perfección la esencia de Lisboa; el espíritu de una ciudad tan decadente como vanguardista; tan diferente, singular y provocativo como ella.