Los miradores de Lisboa son, sin lugar a dudas, uno de los mayores placeres de la ciudad de las Siete Colinas. Su topografía llena de calles empinadísimas nos permite, además de poner a prueba las piernas, llegar a numerosos miradouros en los que parar a hacer un descanso y contemplar las maravillosas vistas que ofrecen estos rincones. Estos son los mejores miradores y alguno más, ¡no os los perdáis!
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Mirador de San Pedro de Alcántara
Situado dentro del Jardín San Pedro de Alcántara, en el Barrio Alto, este mirador, al que podemos acceder desde el Elevador da Glória, ofrece unas estupendas vistas del Castillo de San Jorge, la Catedral de Sé y el centro histórico de Lisboa. Es uno de los más visitados de la ciudad (los hermosos jardines y esculturas que lo rodean tienen mucho que ver en esto). El mapa de azulejos que encontraremos a un lado nos ayudará a ubicar cada edificio y monumento que podamos ver desde el mirador; si queremos disfrutar de una panorámica mucho más detallada, podemos utilizar (previo pago) alguno de los catalejos instalados en el mirador.
Mirador de Santa Lucía
Adosado a la iglesia del mismo nombre, en el popular barrio de Alfama, nos toparemos con este coqueto mirador en la bajada hacia la catedral y el castillo. Reúne todos los elementos característicos de Lisboa: romántico y decadente, con azulejos desconchados sobre paredes blancas, buganvillas y parras enroscadas entre sí con el azul del río de fondo. No es casual que muchos pintores acudan a este mirador para inmortalizar sus vistas. A la derecha, la cúpula de Santa Engracia. Hacia la izquierda, las características torres de la Iglesia de San Miguel y la de San Estebal. Enfrente, inmenso, el Tajo. En la fachada sur de la iglesia podemos observar, además, una pared de azulejos donde se representa la Plaza del Comercio antes del terremoto de 1755 y la toma por los cristianos del Castillo de San Jorge.
Mirador de Gracia
Junto al convento de Nuestra Señora de Gracia, muy cerca del Castillo de San Jorge, este mirador predilecto de los jóvenes lisboetas resulta ideal para contemplar el atardecer mientras tomamos algo en su cafetería (que al contrario que las de otros miradores, tiene unos precios bastante económicos). Aunque actualmente el nombre oficial del mirador es Sophia de Mello Breyner Andresen, en honor a la poetisa, los locales siguen conociéndolo como Mirador de Gracia. Desde aquí podremos admirar las vistas del Castillo de San Jorge, el Elevador de Santa Justa o el Convento de Carmo, entre otros.
Pilar 7 Bridge Experience
Uno de los más jovenes entre los miradores de Lisboa es Pilar 7 Bridge Experience, un mirador instalado en el emblemático Puente 25 de Abril que además de brindar unas vistas espectaculares de la ciudad a orillas del Tajo, ofrece una experiencia interactiva de realidad virtual que nos adentra en las zonas del puente que no son accesibles al público y repasa la historia y avatares de la construcción del mismo.
Su terraza acristalada colgada a más de 80 metros de altura no es apta para los que padecen vértigo, pero si te atreves a asomarte no te arrepentirás: las vistas de la desembocadura del Tajo desde Experiencia Pilar 7 son absolutamente impresionantes.
Pilar 7 abre de lunes a domingo de 10:00-20:00 horas (hasta las 18:00 en invierno) y la entrada al mirador cuesta 6 € adultos, 4 € para estudiantes y mayores de 65 años y es gratis para niños hasta 5 años o si tienes la Lisboa Card. Para acceder a la experiencia de realidad virtual hay que pagar 1,5 € extras. La mejor forma de llegar es en el tranvía nº 15.
Mirador de Santa Catalina
Uno de los miradores con más encanto de Lisboa, al que podemos llegar desde el Elevador da Bica. Con vistas al estuario del Tajo, a los barrios de San Paulo y Lapa, al Cristo Rey y al Puente 25 de Abril, lo mejor es el ambiente en su terraza, donde artistas callejeros amenizan la velada con tambores y guitarras mientras tomamos un aperitivo. Durante el período estival, además, suele ser escenario de conciertos nocturnos. También podemos ver al gigante marino mitológico Adamastor.
Mirador da Senhora do Monte
Probablemente, el mirador más impresionante de Lisboa. En los alrededores de la Iglesia de San Roque y asentado en uno de los puntos más altos de la ciudad, sobre los restos de una antigua ermita, los amantes de la fotografía se llevarán de aquí otra de las joyas del viaje. Si además consigues llegar justo al atarceder, la experiencia será, sencillamente, espectacular. La panorámica nos ofrece una buena perspectiva del Castillo de San Jorge, la Iglesia de Gracia y el casco histórico mientras sus famosas baldosas nos recuerdan: Boa viagem. Lisboa espera por ti.
Mirador das Portas do Sol
Otro de los muchos miradores de Alfama, pero uno de los mejores. Lo encontraremos junto a la Iglesia de Santa Lucía (el tranvía 28 tiene parada justo enfrente). Tiene también una cafetería con terraza y lounge bar. Una buena opción es subir al mirador un día despejado, por la mañana, porque podremos apreciar al máximo el resplandor de las viejas casas blancas de Alfama. Destaca especialmente la bonita vista de São Vicente de Fora.
Mirador del Arco de la Rua Augusta
Inaugurado en 2013, el mirador de la Rua Augusta nos ofrece desde entonces unas vistas estupendas de la Plaza del Comercio, la catedral de Lisboa, la Rua Augusta y el Castillo de San Jorge. Al mirador se accede por un ascensor situado al final de la Rua Augusta, justo antes de pasar bajo el Arco de la Victoria. No es muy caro y merece la pena subir.
Mirador del Castillo de San Jorge
Lo primero que encontraremos tras adquirir nuestra entrada y atravesar el acceso al castillo es una amplia explanada llena de árboles y flores y acotada por la muralla de esta antigua fortaleza, salpicada de cañones que apuntan al horizonte. Asomándonos tendremos oportunidad de contemplar prácticamente toda la ciudad a nuestros pies. Solo por estas magníficas vistas merece la pena pagar la entrada al Castillo de San Jorge y recorrer su muralla bien pegados a nuestra cámara de fotos.
Mirador de los grandes almacenes Pollux
Sí, sí, como lo lees. Unos grandes almacenes que albergan uno de los mejores miradores de Lisboa: la mejor panorámica del Elevador de Santa Justa es, sin duda, la del piso superior de la cafetería de Pollux, al se accede desde el ascensor de forma completamente gratuita. Y es que cuando te asomes a su terraza tendrás, frente a frente, el elevador, además de una bella panorámica de las ruinas del Convento do Carmo y del resto del centro histórico de Lisboa.
En su pequeña terraza encontrarás un restaurante decorado con mucho estilo y todavía (esperemos que por mucho tiempo) no atestado de turistas. Los precios de la comida son muy razonables, pero si no te apetece comer allí, siempre puedes subir a tomarte un café pingado sentado en sus sillones con vistas a la Baixa y el Bairro Alto. Un placer «secreto» de Guías Nómadas cada vez que visitamos Lisboa :)
En los almacenes Pollux, por cierto, puedes hacerte con todo tipo de artículos para el hogar y comprar los típicos cacharros portugueses de cocina o decoración a mucho mejor precio que en las abusivas tiendas de souvenirs, y además de mejor calidad. Si te gusta cocinar, te encantará perderte en la sección dedicada a ella.
Mirador de Penha de França
El Mirador de Penha de Franca no está muy lejos del centro (el metro más cercano es Arroios) pero llegar hasta él supone un buen paseo de unos 20 minutos (si os da pereza, podéis coger junto al metro el autobús 708 y bajaros en Largo Penha de França). Eso sí, la recompensa es una gran panorámica de Lisboa que hará que una vez lo alcancemos se nos olvide el esfuerzo.
Mirador del Elevador de Santa Justa
Aunque el acceso a este mirador se paga aparte del billete que utilizamos para subir en el elevador hasta el Bairro Alto, no es muy caro (hay billetes combinados) y merece la pena entrar al mirador para contemplar Lisboa desde uno de los puntos más altos del casco histórico: frente a nosotros, el Castillo de San Jorge; a un lado, la Baixa que se extiende hasta las orillas del Tajo. Al otro, cientos de tejados y fachadas de colores que convierten la panorámica desde este mirador en una de las estampas más pintorescas de Lisboa.
Mirador del Panteón Nacional
¡Quién tuviera una terraza como esta! Lo mejor del Panteón Nacional está sin duda en el último piso, en este mirador donde la luz del sol cae a plomo sobre su inmensa cúpula blanca. Un gran espacio por el que pasear y fotografiar cada pequeño rincón del barrio de Alfama, incluyendo la Feira da Ladra y el Jardim Botto Machado, con una vista de 360º.
Mirador del Monumento a los Descubrimientos
¿Un secreto? Las mejores fotografías del Monasterio de los Jerónimos se hacen desde lo alto de este mirador. Hay que pagarlo aparte y se sube en ascensor, pero su terraza nos brinda una estupenda panorámica del monasterio al frente, la Torre de Belém a un lado, el Puente 25 de Abril al otro y el mapamundi con la rosa de los vientos a nuestros pies.
Mirador de Rocha do Conde de Óbidos
Algo más lejos del centro de Lisboa pero muy cerca de uno de los museos más interesantes de la ciudad, el Museo Nacional de Arte Antiguo, encontraremos este pequeño y acogedor mirador, situado en el Jardim 9 de Abril (Jardim das Albertas). Tiene muy buenas vistas del puerto, al Tajo y al Cristo Rei y es un buen lugar para desconectar después de una visita al museo.
Mirador del Parque Eduardo VII
Si hacéis el esfuerzo de subir hasta la parte más elevada del Parque Eduardo VII (situado junto a la Plaza del Marqués de Pombal) descubriréis ante vosotros una de las estampas más típicas de esta zona de Lisboa, con una larga colina verde extendiéndose hasta nosotros y, si el día está despejado, veremos al fondo el Tajo.
Mirador de Montes Claros
El Mirador de Montes Claros no está muy céntrico ni es especialmente turístico, pero se encuentra en una de las zonas verdes más bonitas de Lisboa (con lago incluido), la del Parque de Monsanto, y nos parece una buena opción para dar un romántico paseo por sus jardines de diseño durante una tarde y disfrutar de sus estupendas vistas al Tajo, a la ciudad y sobre todo a la sierra de Sintra.
Mirador de los Moinhos de Santana
Situado en el mismo entorno de Monsanto que el mirador anterior, este original miradouro aún cuenta con dos molinos de viento del siglo XVIII, pertenecientes al antiguo convento del Bom Succeso y rodeados de parque. Estos dos molinos blancos, rehabilitados en los años sesenta, son los únicos testigos que quedan para acercarnos al pasado industrial de esta zona, donde más de cien molinos molían harina para abastecer a toda la ciudad. Un sitio muy especial y algo fuera de lo común que hay que visitar para conocer la Lisboa menos turística.
Mirador del Jardim do Torel
Este pequeño jardín escondido en un callejón cercano al ascensor do Lavra cuenta con bancos y reposapiés situados a la sombra de los árboles y frente a una terraza preciosa desde donde observar Lisboa lejos del bullicio turístico. Sin duda, uno de nuestros rincones favoritos en la ciudad.
Mirador del Elevador do Castelo
Este mirador es una auténtica maravilla a la cual podemos acceder desde el segundo tramo del elevador del Castillo de San Jorge. Al atardecer las vistas desde aquí son, simplemente, impresionantes.
Mirador del Jardim do Recolhimento
Inaugurado en la primavera de 2015, el Miradouro do Jardim do Recolhimento se encuentra muy cerca del Castillo de San Jorge (concretamente, en Beco do Recolhimento) y nos brinda una de las panorámicas más bellas del barrio de Alfama.
Hasta hace no mucho, este jardín, que constituye un magnífico mirador, estaba cerrado al público, pero por fin podemos disfrutar de uno de los rincones más desconocidos para ver Lisboa desde las alturas.
Mirador de Monte Agudo
El Miradouro do Monte Agudo, poco conocido y muy recomendable, está enclavado en uno de los barrios con más solera de Lisboa: Mouraria. Este mirador ha sido rehabilitado hace relativamente poco, y se llega fácilmente a pie hasta él desde la parada de metro de Anjos (accediendo por la rua Heliodoro Salgado). Además, cuenta con un quiosco propio donde podemos tomar algo mientras nos relajamos contemplando las vistas de la ciudad. Abre 07:30-23:00 horas (entre mayo y septiembre) y de 07:30-22:00 horas (entre octubre y abril).
Mirador del MAAT (Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología)
El edificio que alberga el museo más novedoso de Lisboa es un mirador en sí mismo: su fachada ondulante de 120 metros de largo esconde en su parte superior un gran mirador accesible a pie que nos permite caminar en paralelo al Tajo mientras disfrutamos de una panorámica única.
Mirador de Amoreiras (Amoreiras 360º Panoramic View)
No podríamos terminar esta lista sin incluir el recién estrenado Mirador de Amoreiras, localizado en el centro comercial de Amoreiras, y con una terraza panorámica que nos permite contemplar la bella Lisboa a casi 175 metros de altura.
Puedes visitarlo dentro del centro comercial de Amoreiras, y te recomendamos encarecidamente hacerlo: por su altura y su situación tan céntrica, las vistas son alucinantes.