Del mirador Portas do Sol de Lisboa es bonito hasta el nombre, que homenajea una de las siete puertas, la Puerta del Sol, de la antigua ciudad árabe.
¿El mejor mirador de Lisboa?
Aunque es uno de los más frecuentados por los turistas, dada su localización en pleno corazón de Alfama, no deja de ser un mirador muy especial. Como la mayoría de lugares imprescindibles de Lisboa, es gratuito y fácil de encontrar, con parada de tranvía justo enfrente, por lo que no hay excusa para no visitarlo. ¿Se nota que es nuestro mirador favorito en la ciudad?
La panorámica desde este mirador es, sencillamente, impresionante. Las casas de color pastel enmarcan la silueta de la Iglesia de São Vicente de Fora con el azul brillante del Tajo al fondo: en conjunto, una imagen de postal y probablemente, una de las mejores fotos que sacaréis en Lisboa.
Si el día está despejado, el mejor momento para subir a este mirador es a primera hora de la mañana. Por la tarde también se está bien y las vistas siguen siendo increíbles, pero suele haber más gente.
San Vicente, cuervos y música en directo
El mirador Portas do Sol se encuentra junto a la iglesia de Santa Luzia; cuando estéis por la zona podéis ver este mirador y también el de Santa Lucía, y así aprovecháis la visita. A pesar de estar uno junto al otro, son muy diferentes y ambos merecen la pena.
Junto al mirador encontraréis la estatua de San Vicente, patrón de Lisboa, que sostiene un barco acompañado de dos cuervos.
Además, el ambiente en este mirador siempre es animado, pues suele haber buenos músicos callejeros que harán que los pies se os muevan solos.
En el mirador de Portas do Sol, al igual que en la mayoría de Lisboa, también hay donde tomar algo. Pero en este caso no os lo vamos a recomendar, pues es el típico lounge-bar decorado en blanco y negro, muy chic pero pensado para turistas y con precios más caros que la media. Estando en Alfama, donde hay tantas tabernas mucho más auténticas, no merece la pena pagar el triple por una bebida en sitios de este estilo.