El Museo de Oriente es uno de los museos más jóvenes de Lisboa, ya que abrió sus puertas en 2008. Su colección, compuesta por más de 1.400 piezas, recoge varios siglos de arte, cultura y vida religiosa en diversos países asiáticos con los que Portugal estableció vínculos comerciales desde hace varios siglos.
Un antiguo almacén reconvertido en museo
En el edificio que hoy acoge el museo estaban las antiguas cámaras frigoríficas donde se conservaba el bacalao. La distribución del espacio de este antiguo almacén respondía perfectamente a las necesidades de un museo, con estancias amplias y diáfanas.
Desde nuestro primer viaje a Lisboa teníamos mucha curiosidad por conocer este museo, ya que habíamos leído que albergaba una colección única de arte oriental. Cuando finalmente lo visitamos no nos decepcionó: máscaras, grabados, trajes, muebles, cerámicas y otros objetos de uso cotidiano o decorativos conviven bajo el techo de este museo donde las salas están prácticamente a oscuras y solo se iluminan las piezas.
Un diseño diferente a lo habitual y que nos gustó porque permite apreciar cada detalle y cada color en profundidad.
Qué ver en el Museo de Oriente
- La planta baja acoge las exposiciones temporales, que a veces incluyen las obras de artistas contemporáneos chinos y japoneses. Aquí encontraréis también la recepción y la tienda del museo, que ofrece artículos orientales como kimonos, cuencos y teteras.
La colección permanente del museo se encuentra distribuida entre las plantas 1 y 2:
- En el primer piso se ilustra el cruce de culturas entre portugueses y asiáticos. No os perdáis piezas como las armaduras de los samurais en la parte dedicada a Japón, las máscaras rituales de Timor o las pequeñas botellas chinas utilizadas para esnifar tabaco.
- En el segundo piso se encuentra parte de la colección Kwok On, que atestigua la evolución religiosa a través del arte de países como India o Tailandia, pasando por Indonesia y Camboya. Las galerías que nos gustaron especialmente en esta planta fueron las dedicadas a las diversas deidades hindúes, muy expresivas y coloridas.
- En el quinto piso hay un auditorio con capacidad para 356 personas donde se llevan a cabo espectáculos de diversas índole, como conciertos, proyecciones de cine o conferencias. Además, desde aquí se accede al restaurante del museo, donde se sirve comida (¡cómo no!) asiática.
- Por último, en la planta -1 se encuentra el centro de documentación del museo, dedicado al estudio de las relaciones entre Portugal y Oriente.