Si hay un museo en Lisboa típicamente portugués es, desde luego, este Museo Nacional del Azulejo (Museu Nacional do Azulejo), donde se exponen azulejos que datan de todas las épocas, configurando una exposición que recorre la historia de la ciudad a través de su manifestación artística más característica.
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Un antiguo convento
El Museo Nacional del Azulejo está ubicado en el convento Madre de Deus, fundado por la viuda del rey Juan II, la reina Doña Leonor, en el siglo XVI, para dar cobijo a la orden de las franciscanas descalzas.
Se trata de un bonito edificio de estilo manuelino, el habitual para todas las construcciones portuguesas de la época, pero que incorpora algunos elementos barrocos añadidos a posteriori, especialmente durante el siglo XVIII, cuando gracias al oro traído de Brasil este convento se convirtió en uno de los edificios más exuberantes del Barroco portugués.
La historia contada a través de un azulejo
Como os comentábamos al principio, la colección de azulejos del museo es excepcional, y repasa la historia de la capital lusa desde el inicio de esta técnica decorativa, con la ocupación árabe de Lisboa, hasta el siglo XX.
- En la planta baja se exponen azulejos más antiguos, desde las primeras muestras encontradas hasta el siglo XVII, cuando la utilización de azulejos como elemento decorativo ya estaban plenamente implantadas en Portugal. Además, al comienzo de la exposición nos explicarán el proceso de fabricación de los azulejos.
- En el primer piso podremos ver los azulejos del siglo XVIII hasta el XX, incluyendo una muestra de azulejos contemporáneos muy interesante.
- En la segunda planta encontraremos la pieza más importante del museo: un impresionante panel de azulejos de ¡23 metros! que muestra cómo era Lisboa antes del terremoto de 1755 que asoló la ciudad.
- Tampoco os perdáis la sala Santos Simões, donde podréis contemplar obras del período de máximo esplendor del azulejo portugués, con las típicas composiciones en azul y blanco.
Pero el museo no solo alberga pieza portuguesas, pues a lo largo de todo el recorrido encontraremos también azulejos españoles, holandeses (como los grandes paneles de azulejos que decoran la nave de la iglesia, encargados al pintor Willem van der Kloet), ingleses o belgas.
De este modo, la historia del azulejo nos transportará también por la historia del arte y de la arquitectura, pasando por todos los estilos: árabe, renacentista, barroco, modernista, romántico, contemporáneo…
Un must have de Lisboa
La verdad es que se trata de un museo único en su género, pues es el único de Portugal dedicado al azulejo como tal, contiene más de 7.000 piezas y, aunque se encuentra fuera de las rutas turísticas de Lisboa (en la zona de Xabregas), merece la pena acercarse para comprobar cómo la evolución del azulejo ha estado inevitablemente ligada a la de la propia ciudad.
Si os interesa conocer una parte fundamental de la arquitectura portuguesa, os recomendamos que no os lo perdáis.