El Puente 25 de Abril de Lisboa, llamado así tras la revolución que en esa misma fecha, en 1974, devolvió la democracia a Portugal (pues en su origen se conoció como Puente Salazar), es el puente colgante más alto de Europa, con varios carriles para coches y vías de tren.
Su enorme estructura roja de hierro, que inevitablemente nos recuerda al famoso Golden Gate de San Francisco (de hecho, fue diseñado por la misma empresa), se extiende durante más de 2 km y unos 70 metros por encima del estuario del Tajo.
Si viajas a Lisboa en coche y entras por el Puente 25 de Abril, seguro que el atronador sonido de los automóviles al pasar se te quedará grabado, así como la imagen de Lisboa extendiéndose frente al puente. La parte negativa es que hay que pagar un peaje para entrar, y esto suele ocasionar bastantes atascos a la entrada a Lisboa.