El Cementerio de los Placeres es el más famoso de los cementerios de Lisboa y para nosotros, el más impactante.
Conocido por sus impresionantes mausoleos y tumbas de personajes ilustres, el Cemiterio dos Prazeres -en portugués- ofrece un recorrido fascinante por la historia de Lisboa, y es una de las mejores muestras de escultura de la capital lusa.
En él están enterrados escritores, actores, artistas, nobles y futbolistas y, en definitiva, buena parte de las grandes personalidades de la cultura y política portuguesas (las que no están el Panteón Nacional, básicamente).
Historia del Cementerio de los Placeres: un cementerio para la aristocracia
El Cementerio de los Placeres fue construido a principios del siglo XIX a causa de una epidemia de cólera: el aumento repentino de víctimas mortales obligó a las autoridades de la ciudad a buscar nuevos espacios donde enterrar a sus fallecidos.
Así, sobre una colina ocupada por la antigua Quinta dos Prazeres (la finca que le dio el nombre) fue fundado en 1833 el Cementerio de los Placeres.
Pronto se convirtió en el lugar más escogido entre la aristocracia portuguesa para enterrar a sus familiares; serían estas familias adineradas quienes construirían los imponentes mausoleos (en portugués, jazigos) y tumbas ornamentadas que hoy podemos ver.
Porque los monumentos funerarios, a fin de cuentas, reflejan la riqueza y el poder de la época en que vivieron sus “ocupantes”, y su voluntad de dejar un legado duradero. La mejor representación de esta idea es el gran mausoleo de los Duques de Palmela, una de las familias más poderosas de Portugal, del que te hablaremos después.
Qué ver en el Cementerio de los Placeres: tumbas famosas
La tumba de Eusebio, leyenda del fútbol portugués y jugador del Benfica durante 15 años. En realidad, como sucede con muchas de las tumbas del Cementerio de los Placeres, la tumba de Eusebio está vacía desde el 2015, cuando sus restos mortales fueron trasladados al Panteón Nacional.
Lo mismo sucedió con las tumbas de la archifamosa Amalia Rodrigues, reina del fado en Lisboa, y del escritor Fernando Pessoa, enterrados en el momento de su muerte en el Cementerio de los Placeres, y trasladados a posteriori al Panteón Nacional y al claustro del Monasterio de los Jerónimos, respectivamente.
Las tumbas de escritores, pintores, cantantes, actores, etc. se encuentran agrupadas en el llamado Rincón de los Artistas, donde también puedes ver la tumba de Bordalo Pinheiro, uno de los ilustradores y ceramistas portugueses más célebres, cuyas creaciones verás por todos los rincones de Lisboa.
También es de gran belleza la arquitectura de la tumba de José Luís Constantino Dias, vizconde de Valle Flor y reconocido empresario portugués, especializado en el comercio de cacao. Está sobre una de las zonas más elevadas del Cementerio de los Placeres, y este emplazamiento no fue casual: la idea era que el vizconde pudiera “ver” desde ahí su palacio, situado a unos dos kilómetros.
La tumba de Carvalho Monteiro, creador de la Quinta da Regaleira
Carvalho Monteiro es el artífice de la maravillosa Quinta da Regaleira en Sintra y una de las figuras más apasionantes del siglo XIX.
Este monumento funerario es el más interesante del Cementerio de los Placeres, a nuestro juicio, pues contiene todos los símbolos de la masonería que caracterizan su obra: la abeja, la flor de loto, la cruz de Malta, la calavera y, por supuesto, el cartabón y el compás coronando el conjunto.
Lo cierto es que su tumba parece una pequeña Quinta da Regaleira, y así lo pensó el propio Carvalho Monteiro, que concibió su propia tumba como una prolongación del Palacio da Regaleira donde vivió.
Tanto es así que cuenta una leyenda del Cementerio de los Placeres que la llave que abre la tumba de Carvalho Monteiro era la misma que abría la puerta de la Quinta da Regaleira y de su casa en Lisboa, situada en Rua do Alecrim. ¿Curioso, no?
El Panteón de los Duques de Palmela, el mayor mausoleo de Europa
Este panteón no es solo el mayor monumento funerario del Cementerio de los Placeres y de todos los cementerios de Lisboa, sino también de todo el continente, y lo reconocerás rápidamente por su gran pirámide, rematada por una escultura portando una cruz que algunos creen que representa al Ángel de la Muerte, y otros a la Fe.
Al igual que en el jazigo de Carvalho Monteiro, si observas detenidamente la decoración de la entrada del panteón, que parece un templo griego, verás varios elementos propios de la Masonería.
Y es que se cuenta que la familia Sousa Holstein, descendientes directos de la familia real portuguesa y probablemente la familia más importante de la aristocracia portuguesa entre los siglos XVIII y el XIX, fue una de las mayores defensoras de la Masonería en Portugal, aunque lo cierto es que no hay un vínculo directo demostrable entre el Duque de Palmela y los masones. Otra teoría es que Cinatti, el arquitecto italiano que diseñó este monumento, fuera el que incluye estos símbolos masones por su propia afiliación.
El elemento masón más evidente del conjunto, y el que suele pasar más desapercibido, es la punta de la pirámide -o más bien, la ausencia de ella-. La pirámide inacabada se relaciona, en la Masonería, con la construcción del Templo de Salomón, cuyo arquitecto fue asesinado, según una leyenda masona, antes de terminar el templo, que tenía forma de pirámide.
El interior de este panteón es mucho más extenso de lo que se aprecia desde fuera, y tiene unas esculturas bellísimas, como la de la mujer velada que mira hacia unos ángeles y que está situada en la capilla del mausoleo. Pero solo se puede ver si te apuntas a las visitas guiadas que organiza el Cementerio de los Placeres.
Por último, un elemento que verás repetirse en el Cementerio de los Placeres (y que da un poco de mal rollo, para qué negarlo), son los jazigos con forma de casa, con ventanas a través de las que se pueden ver claramente los féretros de madera de quienes descansan dentro.
Algunos tienen visillos, otros no, y si eres muy aprensivo… ¡mejor no te asomes!
Qué hacer en el Cementerio de los Placeres
Además de visitar las tumbas de personajes ilustres y admirar la arquitectura de los mausoleos, el Cementerio dos Prazeres ofrece un ambiente tranquilo y solemne, ideal para pasear y reflexionar:
- Recorre los caminos del cementerio sin rumbo fijo y descubre sus tumbas más antiguas y olvidadas. Hay una con forma de castillo de lo más curiosa, y otras que representan a través de ciertas herramientas la profesión que tuvieron quienes las ocupan: bomberos, carpinteros…
- Visita la capilla ubicada en el centro del cementerio, de estilo neogótico.
- Disfruta de las vistas de Lisboa y del río Tajo desde el mirador situado junto a la capilla.
- Apúntate a una visita guiada para adentrarte en la historia del cementerio con un guía local. Puedes hacerlo en la web de la Cámara de Lisboa: www.lisboa.pt
Cómo llegar al Cementerio de los Placeres
En el transporte público de Lisboa: puedes llegar en el autobús n.º 709, que sale desde la Plaza de Marqués de Pombal y tiene parada muy cerca de la entrada del cementerio, o utilizando los tranvías de Lisboa: tanto el tranvía 28E como el 25E tienen su última parada junto al Cementerio de los Placeres (Prazeres).
Dónde aparcar cerca del Cementerio de los Placeres
Si prefieres ir en coche al Cementerio de los Placeres, se puede aparcar gratis en las calles que rodean el cementerio, aunque los fines de semana es más difícil encontrar sitio.
Horario Cementerio de los Placeres 2023
- Todos los días de 09:00-17:00 horas.
Precio Cementerio de los Placeres 2023
- La entrada al Cementerio de los Placeres es gratis.