Junto a la Plaza de Rossio y a la plaza de Restauradores se extiende la Plaza de Martim Moniz, bastante menos monumental pero por la que seguro pasarás si quieres coger el tranvía 28 de Lisboa que llega hasta Alfama. Pese a su mala fama nocturna, recientemente le han dado a la plaza un lavado de cara que la ha convertido en un espacio de ocio y restauración de moda en Lisboa.
La leyenda de Martim Moniz
Según cuenta la tradición popular, Martim Moniz fue un noble que luchó junto a los cristianos durante el cerco de Lisboa, en el siglo XII, cuando las tropas de Alfonso I de Portugal recuperaron la ciudad de manos de los árabes.
Dicen que durante el asedio al Castillo de San Jorge Martim Moniz interpuso su cuerpo en una de las puertas para evitar que los árabes la cerraran, permitiendo así el paso de los soldados cristianos al interior del castillo, que fue recuperado.
Esa puerta fue llamada la Puerta Martim Moniz en homenaje a este caballero, y podéis verla hoy en el Castillo de San Jorge.
El Mercado de Fusão
Como te contábamos al principio, la Plaza de Martim Moniz era una zona muy transitada durante el día debido a sus buenas conexiones de transporte público pero algo abandonada de noche, poco atractiva para locales y turistas.
Para deshacerse de esa mala fama y dar un nuevo aire a esta plaza tan céntrica, con una ubicación privilegiada a los pies del Castillo de San Jorge, se ha decidido convertir este lugar en el emplazamiento del Mercado de Fusão, un espacio multicultural.
Ahora podemos encontrar en la Plaza de Martim Moniz diez puestos de cocina internacional: japonesa (en Wasabi), de cócteles y zumos naturales (Botequim do Moniz) e incluso china o brasileña. Por supuesto, la gastronomía portuguesa también está representada. La plaza está llena de asientos para sentarse a disfrutar la comida y alguno de los espectáculos de ocio que diariamente se organizan en la plaza, como conciertos de jazz, cine al aire libre, talleres o exposiciones.
Te recomendamos dar una vuelta por Martim Moniz, especialmente por la tarde-noche, cuando está más animada, pues es una buena opción para cenar en cualquiera de sus puestos de comida y relajarse con música en directo, viendo una película o simplemente disfrutando del verano en Lisboa.