Si hay un mirador con ambiente en Lisboa, es este. Aunque se disputa el título al más concurrido por la gente joven con el de Santa Catalina, a nosotros nos gusta más el rollo que desprende el Mirador de Gracia (o Miradouro de Graça), por ser algo más tranquilo, tener mucho sitio para sentarse, unas vistas más bonitas y, sobre todo, porque se pueden tomar unas cervezas y un aperitivo en su bar sin dejarte la cartera.
Este mirador, como el de Santa Lucía o el de Portas do Sol, también se encuentra en el barrio de Alfama, relativamente cerca del Castillo de San Jorge. Y decimos relativamente porque aunque como veréis, no hay una gran distancia, la cuesta que hay que subir para llegar hasta el mirador va a hacer que cuando lleguéis arriba os tiréis de cabeza a por algo de beber. De hecho, dicen que esta es la colina más alta de Lisboa. Quien avisa no es traidor :)
Si os da pereza poner a trabajar las piernas, podéis llegar en el tranvía 28, que tiene varias paradas en la zona de Graça, y bajar caminando hasta el mirador.
¿Qué se ve desde el Mirador de Gracia?
La pregunta sería más fácil de responder al revés: ¿qué no se ve? Porque el Mirador de Gracia es el mejor de Lisboa si lo que queréis es abarcar con la vista todos los monumentos turísticos de la ciudad: el Castillo de San Jorge, el Convento do Carmo, el Elevador de Santa Justa, Alfama, la Baixa…
Por cierto, que el nombre oficial de este mirador es Sophia de Mello Breyner Andresen, en honor a la poetisa, pero se ve que los lisboetas son gente de costumbres, como nosotros, (y que el nombre oficial no es precisamente corto) y lo siguen llamando Mirador de Gracia, por el convento de Nuestra Señora de Gracia que está justo al lado.
El propio convento de Nuestra Señora de Gracia, que actualmente funciona como cuartel militar, es bastante interesante, ya que data del siglo XIII, aunque como tantos otros edificios de Lisboa, fue reconstruido tras el terremoto de 1755. Fue entonces cuando se construyó también la iglesia, cuyo interior rococó y decorado de azulejos merece la pena ver.
A primera o a última hora
Si queréis hacer fotos desde este mirador, tenéis que ir a primera hora, pues a partir de media mañana y hasta el mediodía vais a tener el sol de frente. Si no os gusta madrugar, es mejor que vayáis por la tarde. Nosotros solemos acercarnos después de comer por los alrededores del Castillo de San Jorge (aquí os hablamos de Claras em Castelo, nuestro restaurante favorito por la zona) o a media tarde, para tomar algo y disfrutar del ambiente.